Agrupación de mineros del Bierzo leonés, esquina Cevico Navero, que desarrolla sus actividades en semi-clandestinidad. Empezaron a tocar de muy jóvenes, quizá con tres o cuatro meses tocaban las cosas. Ya de mayores hicieron un concierto en un sitio, y luego ya hicieron más, pero pocos.

Sus actuaciones se caracterizan por un gran despliegue de luz y sonido, y por su extenso repertorio, de entre 2 y 350 canciones. Al final de cada espectáculo, y como sacrificio al dios Baal, se pelan entre 3 y 4000 kilogramos de cebollas, entre cánticos marchitos y sollozos marineros.

No han sacado disco porque está lloviendo y se puede mojar y cuartearse.

Les gusta montar a caballo y ver la tele de espaldas.

“Una cosa que de verdad... yo no sé” - Financial Times.

“Yo fui y ellos ya estaban devolviendo” - Hong Kong Express.

“Alabémonos el pelo” - Hoja Parroquial de la Iglesia de San Rufino Protomártir.